Probablemente no existen parámetros para reales conclusiones en un partido donde Brasil enfrentó a Panamá, quizás no sea lo más correcto enaltecer a un equipo anfitrión que en casa y con un plantel completo goleó a un equipo de CONCACAF. Qué fácil sería hablar de que es un equipo de nuestra zona al norte de América, sin embargo es por estrategia un partido que deja mensajes.
Neymar se siente libre, sin presiones y arropado en las canchas de su país, no existe la presión que expresa jugando con el Barcelona de Messi, al contrario la comodidad es tal que brilla, luce, toca el balón como genio y hasta se da el lujo de intentar un gol de chilena. Por otra parte Brasil tiene todo a su favor, dos entrenadores campeones del mundo en el banquillo, una selección que no sufrió lesiones como la mayoría. Enfrentar a Panamá poco deja en el cartel, sin embargo si recordamos y somos objetivos, los centroamericanos se quedaron a un gol del repechaje mundialista, se quedaron a nada de eliminar a México y por eso como preparación, es una de las mejores opciones.
Sin duda las sombras se alejan y postulan a los cariocas como candidatos a su sexta corona mundial de la FIFA.
Es mi Cancha
¡Sevilla campeón!
Cuando un equipo tiene un vínculo con algo podemos definirlo como identidad, algunos clubes gastan millones en estrellas, otros las crean y muchos en Europa se encargan de pulir joyas, moldearlas y exhibirlas como diamantes preciosos. Así es el Sevilla, o al menos lo que nos ha mostrado en esta última década, con planteles que no tienen nóminas millonarias, pero si gozan del talento que huelen y perciben sus visores.
"Yo represento a la afición y al Club y cuesta mucho contenerse. El protocolo es difícil y soy un sevillista más. Cuando Bacca le pegó con el empeine y se fue fuera, imagnínese lo que me entró" fueron palabras del presidente del equipo José Castro sobre estar junto al príncipe de España en el palco; representando las máximas que pide un aficiona, hincha, tifosi o fanático para sus directivos; pasión y seriedad en su puesto.
"Yo represento a la afición y al Club y cuesta mucho contenerse. El protocolo es difícil y soy un sevillista más. Cuando Bacca le pegó con el empeine y se fue fuera, imagnínese lo que me entró" fueron palabras del presidente del equipo José Castro sobre estar junto al príncipe de España en el palco; representando las máximas que pide un aficiona, hincha, tifosi o fanático para sus directivos; pasión y seriedad en su puesto.
En lo táctico y el desarrollo del partido fue mejor para Benfica, pero Bela Guttman es un nombre, una frase, un fantasma, un mito, una leyenda y sus palabras fueron una profecía que pesa y mucho en los hombros de los futbolistas que visten la camiseta roja. "En cien años desde hoy, ningún club portugués se convertirá en campeón de Europa y el Benfica sin mí nunca ganará una copa europea". Con un juego atorado, poco vistoso, el ímpetu de las Águilas era más, su dominio territorial parecía darles una esperanza de conquistar Europa hoy, pero hay factores que solo el fútbol tiene.
Cuando un gol no llega a pesar de tener oportunidades en gran cantidad, también habla quizás de falta de trabajo o mala suerte, pero esto es fútbol y los goles mandan, así Sevilla ponía cara y hacia frente a su estilo, al alcance de sus límites. A pesar de que el favorito era el cuadro Glorioso de Portugal, los de Jorge Jesús dejaron ese favoritismo afuera del Estadio Juventus.
Porque también vimos algo similar a una pelea de box, ataque feroz de un lado, contragolpe peligroso del otro y el segundo tiempo dejó ese sello, pero ninguno pudo establecer condiciones, mientras Ivan Rakitic confirmaba su calidad de futbolista, cuanto talento tiene el croata en sus pies. Filtró balones, robó algunos otros, atacó por las bandas por en medio para ejercer de amo y señor. Por mucho brilló como el amor más romántico, ese cariño sagrado que vincula a un jugador con un equipo y sus aficionados eternamente: "Llevo al Sevilla en el corazón y el que me conoce sabe que lo vivo tan fuerte, que a veces mi mujer me tiene que parar. Hoy es el día del Sevilla y no de Rakitic. Solo he hecho mi trabajo y llevo al Sevilla dentro. Hay tiempo para disfrutar y luego veremos".
Determinación de hacerlo, Sevilla en los tiempos extra quiso conquistar Europa, llevarse su copa de vuelta a casa y Carlos Bacca, Stéphane Mbia, Jorge Andújar Coke y Kevin Gameiro (desterrado por los jeques del PSG y hoy bañado en gloria) se complementaron a la perfección con su portero Beto que culminó ese paso que dan los equipos grandes dos atajadas que lo hacen leyenda.
La otra cara de la moneda es complicada, Benfica llegó como campeón de su nación con posiblidades de coronar un Triplete, sin emabrgo la derrota lo deja con un sabor a nada aunque pudiera conseguir la liga y copa de su país porque esa deuda es auto personal, pero parecen vivir la maldición más cruel de la historia.
Inició la Era de Giggs, el entrenador.
1. Cuando 75,200 personas reciben a una persona de tal manera es reflejo de su calidad humana. Para nadie es un secreto que Ryan Giggs es una leyenda viviente del Manchester United y tal cual caballero así se comportó al agradecer a David Moyes la oportunidad de incluirlo como su asistente en más de 44 partidos de primer nivel (Premier League y Champions) y así el de Gales conocedor del vestidor que ha sido su hogar desde hace más de 23 años desde aquel lejano invierno de 1990 no se anduvo con inventos, experimentos o locuras y puso un parado acorde a lo mejor de sus ahora dirigidos.
2. En un inicio se paró con 4-4-2, haciendo honor a la unión que representan los Red Devils, trabajando en el mismo camino, reformando el sistema de juego, con presión en todo el campo, cada uno sacrificándose. Su línea defensiva fue la que menos realizó sus labores ya que el Norwich tuvo 5 aproximaciones en todo el encuentro. Con el medio campo de un solo color, Kagawa copó la cancha para ser el soporte y por supuesto Antonio Valencia devorando a placer la banda derecha, haciendo jugadas de lujo y peleando cada pelota de manera ejemplar además Cleverley y Carrick daban fuerza en la contención sumándose constantemente al ataque, con Welbeck retrasándose unos metros en busca del balón Rooney quedaba en la punta de un ataque que también era complementado por los desbordes de Jones, Vidic e inclusive Patrice Evra.
3. Una cara completamente distinta en lo anímico, el ManU reflejó la alegría de tener al Soldado Ryan al mando de la nave, la comunión se refleja en la libertad de cada futbolista, el intenso acoso a la portería visitante les dio la llave para abrir el marcador con un penalty. Wayne Rooney además tuvo la suerte en el segundo, resbalando anotó el segundo. Y la armonía en el Teatro de los sueños fue tal que la primera sustitución que ordenó Giggs complementó la goleada con doblete de Luis Mata para comenzar a justificar el precio de su fichaje. El cuarto gol fue una obra de arte, precedida con un re centro del ecuatoriano Valencia.
4. Norwich City poco pudo mostrar ante la realidad de sus escasos recursos, reventó el balón decenas de ocasiones, basta decir que fue al minuto 56 cuando por primera ocasión De Gea controló un cabezazo sin mayor peligro, para que en el momento en que caían por cuatro goles Elmander y Johnson lanzaron los tiros a puerta más importantes, uno de ellos al travesaño. La historia de David y Golliat pero sin milagros y con un pequeño equipo que juega en los límites del descenso y que gracias a las atajadas del experimentado arquero John Ruddy el marcador hubiera tenido el doble de anotaciones.
5. Javier Hernández jugó por primera ocasión en la era Giggs, 20 minutos en los que se ganó las palmas de la gente fue arropado por sus compañeros, pidió el balón, tocó pases, robó un balón en zona de creación y hasta metió un cañito, sin duda hoy en día las ganas de jugar se han convertido en la mayor virtud del Chicharito. Sin embargo el tapatío tuvo el quinto gol de la tarde en sus pies, pudo coronar y explotar al máximo sus minutos de juego cuando quedó habilitado sólo frente al portero pero su pierna derecha no estuvo fina y terminó por sellar el partido con una falla del tamaño de Old Trafford.
Fotos: Tomadas de Twitter.
El más campeón de CONCACAF
1. Cruz Azul recuperó la memoria. Las formas, el análisis, los disparos a gol, los pases completados y errados son para la prensa; cuando ganas un título lo que menos te importa es si pusieron un camión o la muralla china abajo de la portería, si fue de último minuto, de penal, justo o injusto. Un aficionado pide injusticia a favor de su club. Y esa es la perfecta definición que vienen a mi mente con el título Cementero que lo ubica como el más campeón de la CONCACAF y de premio lo lleva al Mundial de clubes. Para que en diciembre tenga posibilidad de chocar con el Bayern Munich, el Real Madrid, el Atlético de Madrid o el Chelsea, de ese tamaño es el postre.
2. Sería injusto decir que fue menos, cuando el primer tiempo fue suyo porque Toluca intentó pegar primero pero en el desarrollo del juego los azules se veían más cómodos. Quizás tantas finales jugadas y la experiencia adquirida a través de tantos años, un DT que pisó la inmortalidad dorada de los Juegos Olímpicos parecían escribir un guión sin tanto drama. Joao Rojas jugó en equipo y fue partícipe del gol que vale el título, Marco Fabian recentró el balón y Mariano Pavone cobró factura con su pasado... Justo trámite de juego para los de La Noria, más cómodos y pro positivos.
https://m.youtube.com/watch?v=WTEsQ0fJ3U4
3. Claro que los elogios fueron antes del empate. La cara del Diablo se tornó con ideas peligrosas cuando Raúl Nava y el paraguayo Édgar Benítez ingresaron a la cancha. Si "El pájaro" hizo temblar a los celestes (rememorando que fue él quien le anotó al equipo azul en la final ante Pachuca). Dando una joya de gol a pase de Wilson Tiago el balón seguía su curso y ahí con la redonda recorriendo el área grande, el paraguayo la metió categoricamente y los fantasmas se acercaron cuando el Nemesio Diez alentaba a sus escarlatas aún con más de 30 minutos por delante.
4. El ímpetu, los nervios, sirvieron para aliviar a un equipo grande del fútbol mexicano, no hay mal que dure 100 años, ni título que Luis Fernando Tena no se empeñe en ganar. Para que los cementeros terminaran el juego con seis defensas, fue la única forma de que no le arrebataran la copa. Por poco se las tira Miguel Ponce pero ahí estuvo la clave en Jesús Corona, ya que fue quien desvió ese balón que amenazaba en derrumbar una campaña de remar, de trabajar como obreros y de sobreponerse a millones de burlas en esta era de Facebook y Twitter.
5. Así sanan las heridas, con imágenes de Chaco, Corona, Torrado, cada futbolista que se ha comprometido a defender los colores y a los jóvenes que también gozan de levantar una copa que les de prestigio, ya quisiera cualquier equipo en México, levantar el trofeo que hoy llena el alma cementera, alivia el espíritu y alimenta su grandeza que aún espera degustar ese platillo de liga, pero que sin duda parece estar más cerca que nunca.
2. Sería injusto decir que fue menos, cuando el primer tiempo fue suyo porque Toluca intentó pegar primero pero en el desarrollo del juego los azules se veían más cómodos. Quizás tantas finales jugadas y la experiencia adquirida a través de tantos años, un DT que pisó la inmortalidad dorada de los Juegos Olímpicos parecían escribir un guión sin tanto drama. Joao Rojas jugó en equipo y fue partícipe del gol que vale el título, Marco Fabian recentró el balón y Mariano Pavone cobró factura con su pasado... Justo trámite de juego para los de La Noria, más cómodos y pro positivos.
https://m.youtube.com/watch?v=WTEsQ0fJ3U4
3. Claro que los elogios fueron antes del empate. La cara del Diablo se tornó con ideas peligrosas cuando Raúl Nava y el paraguayo Édgar Benítez ingresaron a la cancha. Si "El pájaro" hizo temblar a los celestes (rememorando que fue él quien le anotó al equipo azul en la final ante Pachuca). Dando una joya de gol a pase de Wilson Tiago el balón seguía su curso y ahí con la redonda recorriendo el área grande, el paraguayo la metió categoricamente y los fantasmas se acercaron cuando el Nemesio Diez alentaba a sus escarlatas aún con más de 30 minutos por delante.
4. El ímpetu, los nervios, sirvieron para aliviar a un equipo grande del fútbol mexicano, no hay mal que dure 100 años, ni título que Luis Fernando Tena no se empeñe en ganar. Para que los cementeros terminaran el juego con seis defensas, fue la única forma de que no le arrebataran la copa. Por poco se las tira Miguel Ponce pero ahí estuvo la clave en Jesús Corona, ya que fue quien desvió ese balón que amenazaba en derrumbar una campaña de remar, de trabajar como obreros y de sobreponerse a millones de burlas en esta era de Facebook y Twitter.
5. Así sanan las heridas, con imágenes de Chaco, Corona, Torrado, cada futbolista que se ha comprometido a defender los colores y a los jóvenes que también gozan de levantar una copa que les de prestigio, ya quisiera cualquier equipo en México, levantar el trofeo que hoy llena el alma cementera, alivia el espíritu y alimenta su grandeza que aún espera degustar ese platillo de liga, pero que sin duda parece estar más cerca que nunca.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)