2. En un inicio se paró con 4-4-2, haciendo honor a la unión que representan los Red Devils, trabajando en el mismo camino, reformando el sistema de juego, con presión en todo el campo, cada uno sacrificándose. Su línea defensiva fue la que menos realizó sus labores ya que el Norwich tuvo 5 aproximaciones en todo el encuentro. Con el medio campo de un solo color, Kagawa copó la cancha para ser el soporte y por supuesto Antonio Valencia devorando a placer la banda derecha, haciendo jugadas de lujo y peleando cada pelota de manera ejemplar además Cleverley y Carrick daban fuerza en la contención sumándose constantemente al ataque, con Welbeck retrasándose unos metros en busca del balón Rooney quedaba en la punta de un ataque que también era complementado por los desbordes de Jones, Vidic e inclusive Patrice Evra.
3. Una cara completamente distinta en lo anímico, el ManU reflejó la alegría de tener al Soldado Ryan al mando de la nave, la comunión se refleja en la libertad de cada futbolista, el intenso acoso a la portería visitante les dio la llave para abrir el marcador con un penalty. Wayne Rooney además tuvo la suerte en el segundo, resbalando anotó el segundo. Y la armonía en el Teatro de los sueños fue tal que la primera sustitución que ordenó Giggs complementó la goleada con doblete de Luis Mata para comenzar a justificar el precio de su fichaje. El cuarto gol fue una obra de arte, precedida con un re centro del ecuatoriano Valencia.
4. Norwich City poco pudo mostrar ante la realidad de sus escasos recursos, reventó el balón decenas de ocasiones, basta decir que fue al minuto 56 cuando por primera ocasión De Gea controló un cabezazo sin mayor peligro, para que en el momento en que caían por cuatro goles Elmander y Johnson lanzaron los tiros a puerta más importantes, uno de ellos al travesaño. La historia de David y Golliat pero sin milagros y con un pequeño equipo que juega en los límites del descenso y que gracias a las atajadas del experimentado arquero John Ruddy el marcador hubiera tenido el doble de anotaciones.
5. Javier Hernández jugó por primera ocasión en la era Giggs, 20 minutos en los que se ganó las palmas de la gente fue arropado por sus compañeros, pidió el balón, tocó pases, robó un balón en zona de creación y hasta metió un cañito, sin duda hoy en día las ganas de jugar se han convertido en la mayor virtud del Chicharito. Sin embargo el tapatío tuvo el quinto gol de la tarde en sus pies, pudo coronar y explotar al máximo sus minutos de juego cuando quedó habilitado sólo frente al portero pero su pierna derecha no estuvo fina y terminó por sellar el partido con una falla del tamaño de Old Trafford.
Fotos: Tomadas de Twitter.